Inauguración

Hace un año, por estas fechas, jugabamos en el Moneo.

Armados con un tablero y una baraja, unos cuantos locos nos reuníamos de vez en cuando a disfrutar de lo que nos gustaba.

Allí nos exigían por noche 150 € en copas. A algunos nos salían los cocacolas a 4 € (al Manu no, que se bebía los magnoscolas de dos en dos, por aquello de consumir y se quedaba dormido sobre el tablero).

Y un buen día decidimos que queríanos tener nuestra propia casa.

Y montamos el primer local. Pequeño pero coqueto. Con dos mesas y el tablero del Moneo preparado por si nos quedabamos cortos.

Recuerdo la ilusión con la que nos instalamos. Era una gloria tener nuestro propio local. Con bar y patatas fritas.

Pero rápidamente comenzaron las estrechezes y las incomodidades. El calvario para aparcar. Los rumores de los vecinos. Y el número de socios creciendo.

A todos nos seducía la idea de cambiar, pero la situación económica manda. Y a veces asusta.

Pero había que decidirse. Quizás podríamos haber aguantado algún tiempo, porque el nº de socios no terminaba de estabilizarse, pero soy de la opinión de que uno de los factores más importante que provocaba esta situación era precisamente la incomodidad del local.

Y quien ha dicho miedo. Yo al menos a la hora de dar pasos nunca he tenido miedo. Siempre que sean hacía adelante.

Y voila, ayer se hizó realidad.

En dos semanas justas ya estamos en primera división.

Fácil acceso. Fácil aparcamiento. Sin vecinos ni arriba ni a los lados. Cuatro mesas. Bar. Y plasma. Y por supuesto patatas fritas.

En una palabra: comodidad.

He de decir que no ha sido fácil. Y el trabajo arduo. Pero el resultado compensa.

Ayer algunos me piieron un discurso, pero no tenía el cuerpo para discursos.

Hoy con más calma y mas descansado os lo voy a largar.

En este club no hay ni ha habido privilegios. Ni blancos ni negros.

Todos pagamos lo mismo. Nadie deja de pagar su cuota.

Y para que el Club siga creciendo y mejorando es necesario la implicación de todos los socios, no sólo de la Junta Directiva que somos al fin y al cabo socios igual que todos, pero con menos tempo libre.

En estos días me he visto sólo, demasiado sólo, y me han entrado ganas de tirar la toalla.

Supongo que algunos habran pensado que soy amigo de Embrujada (¡¡que antigüedad xd!!). Que la llamo, se frota la nariz y ya está: todo montado y listo.

Por eso os pido que os sumeis al trabajo. Que lo hay y mucho. Que os impliqueis. Y que el trabajo compartido es menos trabajo.

Pero aquí parece que hay muchos blancos y un pedazo de negro.

Todavía no somos ese gran club con empleados que nos ponen las copas, nos lavan los vasos y nos friegan el suelo. A lo mejor lo conseguimos (hemos conseguido tanto en tan poco tiempo), pero todavía no tenemos eso.

Nuestra economía no nos lo permite,

En el Club hay que seguir fregando los vasos y limpiando el suelo.Y en esta época de tantas igualdades no esta bien que sólo los negros trabajen.

En estos meses esta claro que hemos conseguido mucho. Pero nuestro mayor logro, sin duda, es el grupo humano que hemos formado.

Un grupo de gente mágnifica, encantadora, con la que se puede compartir , no sólo las bad beats y los grandes pinchazos en torneos, sino las risas y los cachondeos, los problemas, las dificultades.

Gente dispuesta a enseñar lo que sabe, a ayudar a mejorar al que empieza. A compartir.

Esta es la grandeza de este tipo de sitios: de la nada aparece un grupo de gente a la que no conocías, unidas por una afición común, y las conviertes en amigos para toda la vida.

Ese es el beneficio que yo al menos saco de ésto: las personas.

Y que decir de lo de ayer.

Expectacular.

Nos visitaron sobre 80 personas ( y varios de los asiduos que llamaron disculpandose).

Sentamos a 44 personas en un Fun Event que yo al menos no sé como terminó. Muchos se quedaron sin jugar.

En cuanto fuimos liberando mesas, comenzaron los Sits.

Y despues no sé si hubo cash.

En el botellero esta mañana amanecieron un par de tónicas solitarias.

Y me dicen que la comida estaba buena. Y las tortillas de Doña Tere excelentes.

A los que ayer nos conocieron por primera vez, les invito a que se unan al Club. También a los indecisos.

A los que nos leeís y todavía no nos conoceís, mandad un correo al Club para que podamos invitaros.

Y a los que ya sois y estáis, muchas gracias por brindarnos vuestra compañía y amistad.

Y termino por donde debía haber empezado:

Dandoos la bienvenida al recien estrenado

CLUB DE POKER DE SEVILLA.